La 051 Capitol Complex chair: objeto de deseo de los amantes del diseño

Una de las cosas que más nos entusiasma de Cassina, una de nuestras firmas estrella, es que reedita piezas icónicas. Muebles y objetos representativos de una época, concebidos por diseñadores que marcaron una fuerte tendencia en su momento y cuyos trabajos han quedado para siempre en el imaginario como obras atemporales de gran fuerza estética, algunas de las cuales ocupan un lugar destacado en los principales museos del mundo dedicados al diseño.

Un ejemplo claro es el del espejo «Le Grand Trans-Parents» que publicamos en nuestro calendario de adviento de Delta Moble. Diseñado por el artista dadaísta Man Ray en 1938 y editado por el carismático empresario y agitador cultural Simon Gavina en 1971, lleva impresa una frase que deliberadamente quiere crear confusión. Una pieza de gran originalidad que dota de un toque especial e inesperado a cualquier ambiente, al desdibujar su reflejo a través del juego de palabras serigrafiado en el cristal. Pero Cassina también recupera piezas de otros creadores como Le Corbusier, Gerrit Thomas Rietveld, Frank Lloyd Wright o Charles Rennie Mackintosh, entre otros padres del diseño.


Hoy dedicamos el artículo de nuestro a blog a un mueble que ha sido recientemente reeditado por la firma italiana: la 051 Capitol Complex chair, diseñada por el arquitecto y diseñador suizo, primo y estrecho colaborador de Le Corbusier, Pierre Jeanneret, en 1950.

La silla debe su nombre precisamente al lugar para el que fue concebida, el Capitol Complex de la ciudad india de Chandigarh, un complejo gubernamental diseñado por Le Corbusier y que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2016. El Capitol Complex formaba parte de todo un entramado de edificios destinados a esta ciudad, creada entre 1951 y 1963, nacida de los planos del renombrado arquitecto, para celebrar la independencia por parte de India de Gran Bretaña y que se constituyó como la nueva capital del estado del Panyab.

Le Corbusier, asociado con los arquitectos británicos Edwin Fry y Jane Drew, además de los principales edificios de gobierno, también diseñó inmuebles culturales como el Museo del Gobierno y Galería de Arte.
Para llevar a cabo el trabajo del Complejo del Capitolio, Le Corbusier buscó la ayuda de su primo Pierre Jeanneret, que se instaló en la India para supervisar la ejecución del monumental proyecto. Jeanneret tuvo, a su vez, asignada la tarea de diseñar los interiores y el mobiliario de muchos de los nuevos edificios de la ciudad. Su sensibilidad y su deseo de apoyar la industria y la artesanía locales, le llevó a tratar de combinar el estilo esencial y minimalista característico de sus proyectos con materiales locales como la madera de teca de Burma.

La intención de Jeanneret era realizar muebles que duraran generaciones, tanto por su material como por su diseño, y la teca de Burma era la ideal por ser económica, resistente a la humedad y también a insectos, así como al agrietamiento o la ruptura, debido a su aceite natural que la convierte en impermeable. Se caracteriza por su color marrón-dorado intenso, pero tiene una amplia gama que varía desde el rojizo hasta tonos muy pálidos.

La silla 051 se erigió como uno de los modelos más conocidos entre los muebles del Complejo del Capitolio de Chandigarh. Concretamente se utilizó en diversas oficinas administrativas del edificio del Secretariado. Su estructura está formada por unos característicos soportes laterales que confluyen formando una “V” invertida, seña inconfundible de identidad de los muebles de Jeanneret, y el asiento es de mimbre. Una evocación del espíritu característico del lugar, expresado también en el uso de materiales de la localidad.

Los muebles del Capitol Complex, que en su momento se erigieron como sinónimo de modernidad, a partir de los años ochenta pasaron al olvido debido al cambio de tendencias en interiorismo: deteriorados por el uso y el tiempo, comenzaron a apiñarse en almacenes públicos. Los que se salvaron de la destrucción, se acabaron vendiendo por un puñado de rupias.

No obstante, los connaisseurs occidentales posaron su vista en un mueble que parecía destacar de entre el resto: las distintas variantes de la silla que nos ocupa y que pronto se convirtió en objeto de deseo y pasó a bautizarse, en el mundo del diseño, como silla Chandigarh.

Las piezas de Jeanneret estaban concebidas, en teoría, bajo estrictos criterios utilitarios, pero su particular amabilidad orgánica las revestía de una cálida elegancia que encantaba a los decoradores, que pronto comenzaron a incorporarlas en los interiores más sofisticados de Europa y América. Se inició una búsqueda exhaustiva de las originales, que en la actualidad son subastadas como obras de arte. Como consecuencia, subió el interés dentro de la propia India por aquellos muebles que, hasta entonces, se habían acumulado, desvencijados, en los sótanos de Chandigarh. Tanto que, en 2011, el gobierno los reconoció como parte del patrimonio del país y prohibió que traspasaran las fronteras sin la aprobación expresa del ministro de Cultura.

En 2019, Cassina, fiel a los legados de los grandes maestros, relanzó esta icónica silla y además de la versión histórica de teca, la reedición de la firma italiana también ofrece dos versiones en roble natural y roble teñido de negro. La podéis encontrar en Delta Moble y disfrutar de esta pieza histórica y exclusiva en vuestro hogar.